HACIA UN SISTEMA UNIVERSAL DE SALUD EN MÉXICO.
(Héctor Manuel Fernández Tapia.)
El
Sistema Universal de Salud, es un requisito indispensable para lograr el acceso
integral a los servicios de salud, lo que implica que todas las personas puedan gozar de
este derecho sin distinción de raza, sexo, idioma, religión, opiniones
políticas, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra
condición. Este modelo se fundamenta en los principios democráticos de
solidaridad, igualdad, soberanía y justicia.
Su finalidad es mejorar la salud, el bienestar y la felicidad de la
población.
ANTECEDENTES

Desde finales de la década de los setentas y
principios de los ochentas en nuestro país se han implementado políticas de corte
Neoliberal en todos los ámbitos de la administración pública, incluyendo el
rubro de salud. Este
modelo económico redime los principios
del liberalismo clásico bajo la premisa de autorregulación del mercado, para
lograr este objetivo el estado debe de adjudicar a particulares toda actividad
productiva. En materia de sanidad, este sistema soslaya principios éticos como:
justicia, respeto, solidaridad, o bienestar, y los sustituye por la
“mercantilización de la vida” en donde la salud se concibe como un producto
para la obtención de ganancias por parte
de los grandes capitales.

En Inglaterra el neoliberalismo vería luz con
Margaret Thatcher, quien fungiría como primera ministra
de 1979 a 1990. En Estados Unidos el primer presidente en
adoptar estas medidas seria Ronald Reagan entre 1981 y 1989, en ambos casos sus gobiernos se
caracterizaron por la reducción del gasto público, bajos impuestos, libertad
económica para las empresas privadas, desregulación del mercado.[4]


En México los primeros intentos
de descentralización de la seguridad social se dieron durante el gobierno de
Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) y José López Portillo (1976-1982), en este
periodo se crearon los centros médicos de Monterrey, Guadalajara, Veracruz y
Puebla, además se suscribieron los Convenios Únicos de Coordinación mediante
los cuales se descentralizaron algunas atribuciones administrativas del
gobierno federal hacia los estados.[7]
Durante el sexenio de Miguel
de la Madrid Hurtado (1982-1988) se dio inicio de manera formal a la descentralización
de los servicios de salud con la reforma al Artículo 4 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, para incluirle el siguiente párrafo:
“Toda persona tiene derecho a
la protección de la salud. La ley definirá las bases y modalidades para el
acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación
y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que
dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución.”
Además, se publicó la Ley
General de Salud, en la cual se distribuyeron las competencias sanitarias entre
la federación y se establecieron las facultades rectoras de la Secretaría de
Salud (SSA). Para 1987, la descentralización solo se había podido
llevar a cabo en 14 estados
de la República: Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Guanajuato, Guerrero, Jalisco,
Morelos, Estado de México, Nuevo León, Querétaro, Quintana
Roo, Sonora, Tabasco
y Tlaxcala.[8]
Con Carlos Salinas de Gortari (1989-1994) se
estableció en el Plan Nacional de Desarrollo y el Programa Nacional de Salud,
la continuidad de la descentralización administrativa de los servicios de salud
la cual estaba destinada a evitar duplicidad de funciones e incrementar la
participación de estados y municipios.
A la par de la desregulación
económica, la privatización de empresas paraestatales y la apertura de mercados
con el Establecimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC),
el sexenio de Carlos Salinas se caracterizó por la sustitución del sistema de
pensiones basado en la solidaridad social, por un modelo de capitalización
individualizado.
Desde la década de los cuarenta
del siglo pasado, en México las pensiones se otorgaban mediante el “Sistema De
Reparto”, en el cual las aportaciones de los trabajadores en activo financiaban
el pago de toda la población. La transición demográfica, los desequilibrios
económicos causados por la insuficiencia de recursos y la ideología neoliberal
que perneo al gobierno de Salinas, fueron los detonantes para que en 1992 el
congreso aprobara una serie de modificaciones a las leyes del Seguro Social y
del INFONAVIT, mediante las cuales se crearía el Sistema de Ahorro para el
Retiro (SAR). En este tenor, los trabajadores
afiliados al IMSS e ISSSTE, estarían obligados a establecer cuentas
individuales integradas por dos sub cuentas: Una para el retiro y otra para
vivienda, en estas el empleador aportaría 2 por ciento del salario base a la
subcuenta de retiro y 5 por ciento a la de vivienda. Estos fondos serian administrados por el
Gobierno Federal y representarían una
importante fuente de recursos para el
recién privatizado Sistema Bancario Mexicano. [9]



En la actualidad en las
leyes del IMSS e ISSSTE se establece la posibilidad de que estas instituciones
puedan “subrogar” servicios que legalmente están obligados a prestar, esta
modalidad de servicios abarca indistintamente a la SEDENA, SEMAR y PEMEX. La
subrogación se define como la contratación de un servicio médico, ya sea con
una institución pública o privada mediante el cual se delega una competencia hacia
otros. En la práctica el Sistema de Salud Pública del país destina millonarios
recursos a particulares mediante estos contratos. Entre los servicios
subrogados se incluyen: Guarderías, Intendencia,
Ambulancias, Laboratorio, Endoscopía, Rayos X, ultrasonido y resonancia
magnética, Cateterismo cardiaco entre otros. [14]

SITUACIÓN ACTUAL
La
inversión pública en el Sistema de Salud mexicano ha aumentado de manera
significativa en los últimos años, en 2003 nuestro país destinaba el 2.4% del
PIB en salud, en 2015 se destinó el 5.7% del Producto Interno Bruto en este rubro, sin
embargo aún nos encontramos muy por debajo del promedio de 8.8% de los países
miembros de la Organización de Comercio y Desarrollo Económico (OCDE). [16] Es importante mencionar
que con la creación del Seguro Popular, se ha avanzado en cuanto a la
cobertura, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI),
hasta el 2015 la población derechohabiente haciende a 82.2%. [17]Sin embargo nuestro país
aún enfrenta retos importantes.
Si
bien en los últimos años se ha registrado un aumento en cuanto al presupuesto
destinado a salud, casi un 10% se destina a gastos administrativos, lo que
representa el nivel más alto de los países de la OCDE. [18]
Por
otra parte, el gasto de los hogares en bienes y servicios de salud, principalmente
en medicamentos y consultas indica fallos en la cobertura efectiva del Sistema
de Salud Pública. De acuerdo al INEGI, cada año los hogares mexicanos gastan un
promedio de 403 mil millones de pesos en medicamentos y atención médica.[19]
En
nuestro país, la esperanza de vida es de 75 años, muy por debajo de los países
de la OCDE, en donde el promedio es de 80.6 años. [20] Una de las causas es la
falta de políticas efectivas de prevención de los principales padecimientos. Según datos de la OCDE, en su informe
“panorama para la salud 2017”, México tiene el nivel más alto de obesidad de
los países miembros con el 72.5% de la población, de estos 33.3% padecen de
obesidad y 39.2% de sobrepeso, en los últimos 10 años la población de personas
obesas ha aumentado un 3.3%[21].
Lo anterior se refleja en los índices de mortandad, cuatro de las cinco
principales causas de muerte están relacionadas con la obesidad, en el 2015
enfermedades del corazón e isquémicas del corazón, ocuparon el primer lugar con
113 mil 240 casos y 77 mil 284
fallecimientos, la diabetes mellitus se posicionó como la segunda causa de
muerte entre los mexicanos con 87 mil 245 decesos; les sigue en el tercer
lugar, los tumores malignos con 73 mil 426
y las enfermedades del hígado con
34 mil 156 muertes.[22]
En
la actualidad, se cuenta con 2.2 médicos por cada mil habitantes, cifra
inferior al 3.2 de la OCDE, asimismo tenemos en promedio 2.6 Enfermeras por
cada mil habitantes, muy por debajo del 8.8 de la OCDE, el número de camas de
hospital es de 1.6 por cada mil habitantes, el promedio de la OCDE es de 4.8.[23] En el tema de medicamentos
el 28.3 por ciento del gasto privado en salud de las familias se destina a compra
de fármacos en contraste con el 17 por ciento de los países de la OCDE.[24]

A pesar de que la Secretaría de Salud, tiene
la rectoría de las políticas públicas en la materia, los servicios de salud se
encuentran divididos en subsistemas, en donde persisten diferencias en cuanto a
derechos, financiamiento, servicios y enfermedades que cubren. La afiliación a estos sistemas depende de la condición
laboral, en México muchas personas que pierden su empleo o que cambian de
empleo, pueden estar afiliadas a varias instituciones sin saberlo, lo que
genera duplicidad en cuanto a las cifras de inscritos.[26]

SISTEMA UNIVERSAL DE SALUD
En
México se requiere que el Estado reconozca a la salud universal como un
derecho, si bien el artículo cuarto de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos establece que: “Toda persona tiene acceso a la salud a través
de las modalidades que establece la ley”, es necesaria una definición que
asegure a los individuos el acceso a la salud sin distinción de raza, religión,
ideología política, discapacidad, orientación sexual, identidad de género,
estatus migratorio o condición económica o social, para ello se requiere de un
sistema sólido y eficiente que centre su atención en las personas por el hecho
de serlas, y no en su condición laboral o legal. La salud universal debe ser un
factor que permita a las personas acceder a los servicios de salud sin importar
si cuenta o no con recursos financieros para pagarlos, lo que permitirá a los individuos
desarrollarse en un ambiente saludable, que contribuya al bienestar de comunidades y familias, lo que tendrá efectos
directos sobre la productividad y felicidad de las personas.
Para
que esto sea posible, se requiere una restructuración organizacional que transite
de un sistema de salud fraccionado en varios subsistemas a uno sólido,
unificado y eficiente en el que todos
los individuos puedan tener acceso de manera gratuita, lo que va más allá de simples acuerdos
interinstitucionales. Este sistema, debe
concebirse como un órgano de la administración pública centralizada, lo que facilitará
que las problemáticas se atiendan con una visión global, otorgando cierto grado
de autonomía a los niveles jerárquicos
inferiores, que les permita actuar sin caer en la burocratización de las
decisiones. Así mismo se debe considerar a los impuestos como la fuente
principal de financiamiento, lo que implica un aumento en los recursos financieros
que destina el Gobierno Federal al mantenimiento de la salud para estar en
concordancia con los estándares internacionales, todo ello a través de una recaudación
más eficaz y un combate efectivo a la corrupción. Es necesario por otra parte optimizar
los recursos, mismos que deberán estar sujetos a la trasparencia, rendición de
cuentas y asignarse de acuerdo con la necesidad, la capacidad y el
desempeño.
Además
es importante poner énfasis en la calidad, lo que requiere un enfoque centrado
en la mejora continua para estar en concordancia con las mejores prácticas a
nivel mundial, y sobre todo, establecer en el entramado institucional un sistema independiente del
poder central, que permita conducir, monitorear y evaluar la calidad de los
servicios de salud en nuestro país.

La
prevención y promoción serán fundamentales para atender los principales
problemas de salud en nuestro país, dando prioridad a aquellos que resultan
graves o urgentes como en el caso de la obesidad que en la actualidad afecta a
71% de la población adulta y a un tercio de la población infantil.

En
estos centros se implementan políticas preventivas y de promoción a la salud, y
se atienden padecimientos que afectan a grandes grupos de población y remiten a
quien requiera al nivel hospitalario de segundo o tercer nivel, además mantienen un rol
sociocultural importante, pues al formar parte fundamental de la vida comunitaria,
las personas que laboran en ellos y los pobladores adquieren un compromiso recíproco
con la colectividad.
Actualmente las unidades de atención
primaria, enfrentan muchas carencias en cuanto a recursos humanos, tecnología y
medicamentos. En México el número de médicos y enfermeras por cada 1000
habitantes en los centros de atención primaria es de 0.46 (incluyendo pasantes
y prestadores de servicio social), aun cuando los estándares internacionales
indican que debe haber por lo menos 1 por cada 1000 habitantes. Por otra parte
hay una disparidad en cuanto al número de consultorios en las entidades
federativas, estados como Nayarit cuentan con 98 consultorios por cada cien mil
habitantes y entidades como Chiapas disponen solo de 16 por el mismo número de
habitantes. Además solo 4% de estos centros posee un laboratorio en sus
instalaciones, y la mayoría presenta carencias en cuanto el equipamiento para atender
a las enfermedades que representan los motivos más frecuentes de consultas como
son: diabetes mellitus, hipertensión arterial y atención prenatal. Por otra
parte la atención primaria está sujeta a un horario de atención, lo que obliga
a la población a recurrir a las clínicas privadas.[30]
Uno de los grandes problemas del sector salud
es el desabasto de medicamentos, lo que obliga a las familias mexicanas a desembolsar una tercera
parte del gasto privado en salud en la compra de fármacos. El problema del desabasto
está relacionado con vicios en la cadena
de distribución, aún con las penalizaciones a algunos proveedores les resulta
más redituable vender el medicamento a otros clientes a un precio mayor, el
incumplimiento voluntario es uno de los factores que acentúan este problema.
Otras variables son: el retraso en la entrega de
recursos federales, la multiplicidad en
los modelos de abastecimiento, la corrupción y la falta de una política de
Estado en materia de provisión de medicamentos.
Por
ello es necesario establecer en el Sistema Universal de Salud, la rectoría del
Estado en materia de abastecimiento, que permitirá en un primer momento el mantenimiento
de los precios bajos de los medicamentos de patente en beneficio de los
sectores con menores ingresos, así como la optimización del gasto y la homogenización
de los sistemas de abasto. Además, a largo plazo es indispensable promover la
formación de una industria farmacéutica nacional, que asegure el abastecimiento
efectivo del sistema de salud de acuerdo a la necesidad y no del lucro de
proveedores privados.
[1] SESA. (2002). "El sistema de salud mexicano, una historia de
casi 60 años". 2018, de Secretaría de Salud Sitio web: http://www.salud.gob.mx/apps/htdocs/gaceta/gaceta_010702/hoja7.html
[2] HARVEY D. (2007). "Breve Historia del Neoliberalismo.".
Madrid: Akal. Pág. 25-35
[3] Ibídem, pág. 13-16
[4] Ibídem, pág. 16-35
[5] CHÁVEZ, PAULINA I. (1996). "Las Cartas de Intención y las
Políticas de Estabilización y Ajuste Estructural de México: 1982-1994.".
México: B.U.A.P. págs. 34-76
[6] ORLANSKY D. (1998). "Políticas de Descentralización Y
Desintervención Estatal". Argentina: Facultad de Ciencias Sociales
Universidad de Buenos Aires. Págs. 22-23.
[7] LÓPEZ GARCÍA G. (2012). “La Descentralización de los Servicios de
Salud. México”: U.N.A.M. Pág. 185
[8] Ibídem. Pág. 188
[9] DELGADO CANTÚ G. (2008). Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR).
En "Historia de México Legado histórico y pasado reciente."(513).
México: Pearson
[10] Leal F. (2010). "El Programa Nacional de Salud 2001-2006.
Imponiendo una Agenda.". El cotidiano, VII, 100-110.
[11] MORENO SALAZAR. P. (2007). "Reforma a la Ley de Seguro
Social de 1995, antecedentes y visión general". México: U.N.A.M.
[12] LÓPEZ GARCÍA G. (2012). “La Descentralización de los Servicios de
Salud. México”: U.N.A.M. Pág. 192
[13] Zonszein Strauss S. (2007). "Seguro Popular, ¿incentivo a la
informalidad?” México: SHCP.
[14] PEREZ ANA L. (2009). "Mediante subrogaciones se privatiza la
salud pública". 2018, de CONTRALINEA Sitio web: http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2009/05/31/mediante-subrogaciones-se-privatiza-la-salud-publica/
[15] ASTORGA I. (2016). 10 años de
Asociaciones Público-Privadas (APP) en salud en América Latina ¿Qué hemos
aprendido? Estados Unidos: Banco Interamericano de Desarrollo.
[16] OCDE. (2016). "Estadísticas de la OCDE sobre la salud 2014
México". 2018, de OCDE Sitio web: http://www.oecd.org/els/health-systems/Briefing-Note-MEXICO-2014-in-Spanish.pdf
[17] INEGI. (2015). "Población total según condición de derechohabiencia".
2018, de INEGI Sitio web: http://www.beta.inegi.org.mx/temas/derechohabiencia/
[18] OECD (2016) “Reviews of Health Care Systems: Mexico 2016” OCDE
Sitio web: http://dx.doi.org/10.1787/9789264230491-en.
[19] DIAZ MALDONADO I. (2016). ¿Cuánto gastan los mexicanos en salud?
2018, de SALUDIARIO PARA MEDICOS Sitio web: http://saludiario.com/cuanto-gastan-los-mexicanos-en-salud/
[20] OCDE. (2017). "Health at a Glance
2017: OECD Indicators". 2018, de OCDE Sitio web: https://www.oecd.org/mexico/Health-at-a-Glance-2017-Key-Findings-MEXICO-in-Spanish.pdf
[21] IMCO STAFF. (2017). “Panorama de la Salud 2017 vía OCDE”. 2018,
de INSTITUTO MEXICANO PARA LA COMPETITIVIDAD Sitio web: https://imco.org.mx/temas/panorama-la-salud-2017-via-ocde/
[22] GOBIERNO DEL ESTADO DE MÉXICO. (2015). “Mortalidad, evolución,
comportamiento actual y tendencias en el Estado de México.” 2018, de CONSEJO
ESTATAL DE POBLACIÓN Sitio web: http://coespo.edomex.gob.mx/sites/coespo.edomex.gob.mx/files/files/coespo_pdf_morta15.pdf
[23] OCDE. (2017). "Health at a Glance
2017: OECD Indicators". 2018, de OCDE Sitio web: https://www.oecd.org/mexico/Health-at-a-Glance-2017-Key-Findings-MEXICO-in-Spanish.pdf.
[24] DÍAZ A. (2012). México, segundo país de la OCDE con el mayor
gasto en medicinas. La Jornada, http://www.jornada.unam.mx/2012/08/02/sociedad/042n1soc.
[25] CONEVAL. (2014). "INFORME de POBREZA en MÉXICO 2014".
2018, de CONEVAL Sitio web: https://www.coneval.org.mx/InformesPublicaciones/Documents/Informe-pobreza-Mexico-2014.pdf
[26] OECD (2016) “Reviews of Health Care Systems: Mexico 2016” OCDE
Sitio web: http://dx.doi.org/10.1787/9789264230491-en.
[27] ALBARRAN E. (2018). "Pago de
pensiones supera ingresos del IMSS e ISSSTE". 2018, de EL ECONOMISTA Sitio
web: https://www.eleconomista.com.mx/sectorfinanciero/Pago-de-pensiones-supera-ingresos-del-IMSS-e-ISSSTE-20180220-0137.html
[28] SANABRIA F., PABLO A. (2011). “Reflexiones alrededor del concepto
de promoción de la salud y prevención de la enfermedad”. REVISTA MED, 2018,
Sitio web: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-52562011000100013&lng=en&tlng=es.
[29] GARRIDO LATORRE F. (2008). “Unidades de primer nivel de atención
en los Servicios Estatales de Salud". México: SESA. Págs. 9-17
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